Moepa 409

Eres una llama que me quema y me acaricia. Calida y ardiente, tierna y destructiva. Eres una llama que me da la vida y me la quita, que me abraza, me asfixia, me da la fuerza de enfrentarme a esta larga noche, a este frío día que me deja tu ausencia, constante, perpetua, incontrolable, pues eres un llama viva que vive au propia esencia. Crece y se aleja y se acerca. Quemando y calentando esta alma muerta.

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Moepa 36

[R. J. se atribuyó la creación del término moepa. Titulaba asi los escritos que pretendían ser poéticos y profundos, pero que estaban escritos sin siquiera la intención de parecer poemas. En sus largos postulados de filosofía y sisicologia, R. J. cita en muchas ocasiones sus propios moepas.] Es dolorosa pero necesaria la fractura. De otra manera no se reconstruye y fortalecen los tejidos del espíritu. Debe ser la cosa más lacerante el renacer del fenix, pero nada más grato que el volver a ser un feo polluelo.
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